Los choros, los cabrones, los del famoso aguante.
Acá no tenemos dudas en repudiar la violencia y los actos delictuales ligados al fútbol. Si bien estas acciones la vemos diariamente y en cualquier actividad, creemos que nuestra postura debe ser clara y conocida. Somos un medio que representa al hincha de Colo-Colo y queremos desterrar esta lacra que aleja a la familia de los estadios y está matando al fútbol.
Son innumerables los ejemplos: individuos que se suben al techo del estadio, que rompen las rejas para pasar de un espacio a otro –ayer de Galvarino a Cordillera- , que asaltan y saquean centros comerciales y almacenes, que se suben a los techos de las micros, que machetean, que hacen “reventones” para ingresar sin pagar, que tiran bengalas a la cancha, que ponen lienzos sin dejar ver a las personas que pagan la entrada en distintas localidades… la lista es innumerable.
¿Qué pasa con las medidas de seguridad?
En la calle, en las cercanías del estadio, los responsables son los carabineros; en el estadio son los dueños del partido: guardias, controles de acceso, cámaras de alta resolución y reconocimiento facial, entradas nominativas, etc.
Cuando haremos un intento de cambiar?@ColoColo @CSD_CC_Boxeo @hinchmonumental @nuevonuevojotai @rodrigogomezf @SebastianMuni @albaquili pic.twitter.com/JXuSH6VciS
— naaxho_x (@naxhogb33) October 10, 2022
Ir al estadio es aventurarse, es ir a la suerte del “ojalá no te pase nada”. Así no se puede y todos literalmente se tiran la pelota, esa que ya está manchada con sangre.
Han asesinado personas, han agredido a jugadores… ¿Qué más debe pasar?
De una vez por todas, la justicia, los políticos, el gobierno de turno, las policías, los dirigentes y dueños de clubes, deben decidir y hacer lo que corresponde. También los asistentes al estadio deben repudiar y denunciar estos actos delictuales, los jugadores deben hablar con firmeza y sin temor, deben dejar de ser tibios con declaraciones «tribuneras» que sólo aspiran al aplauso y al reconocimiento barato. Se es ídolo en la cancha y fuera de ella.
No podemos dejar morir este fútbol que agoniza por los que deberían estar presos, por aquellos que se consideran más importantes que las mismas instituciones, por aquellos que se relacionan en la cultura del choro y del cabrón.
Aquellos que visten nuestra camiseta para dar vergüenza, deben estar fuera del estadio y no ser protagonistas, deben ser denunciados, deben estar en la cárcel, deben ser invisibilizados, no deben estar.
Aquellos que visten nuestra camiseta y cometen todos estos actos criminales no representan los valores de Arellano; no queremos barras bravas, no queremos violencia, no queremos temor, no queremos el famoso aguante. No los necesitamos.
Ésos no son nuestros hinchas, son delincuentes. Sin justificaciones, sin dobles discursos. Punto.
